La medida tomada por la Municipalidad de La Plata, para mudar a los vendedores ambulantes ubicados en la zona del Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata hacia el local donde funcionaba Macondo, en 45 entre 8 y 9, genera gran preocupación entre los comerciantes.
La Cámara La Plata Oeste (CALPO), considera oportuno que se haya tomado intervención en esta problemática que crece día a día, y que provoca grandes desventajas comerciales.
Sin embargo, no puede omitir el perjuicio en que coloca al negocio habilitado, donde se pagan los impuestos, alquileres y tasas, sin el beneficio con que contarán los vendedores ambulantes. En otras palabras, el Estado, con recursos públicos, subsidia el negocio ilegal, legalizando una nueva saladita en pleno centro platense.
“La Municipalidad debería poner énfasis en el control del comercio ilegal y su prohibición, generando mecanismos que promuevan la igualdad de oportunidades. Es decir, que debe ejercer su rol en el control sobre la procedencia de los productos, los alimentos y las condiciones de almacenamiento en este tipo de lugares”, puntualizó Carlos Mársico, el Presidente de CALPO.
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